"¿Mi Adoración Afecta Mi Salvación?"

 

       ¿Podría mi adoración impedirme ir al hogar eterno en el cielo? ¿Es tan importante la adoración que yo ofrezca que podría pasar la eternidad en el Infierno a causa de la adoración "vana"? Hoy día muchos dirán, "No importa como adore mientras usted sea honesto y sincero". Otros tratarán de subestimar este tema como no siendo importante. Mis amigos, esta pregunta es muy importante. Debemos asegurarnos de que adoramos a Dios en una forma que a El le agrada. No importa que opiniones tenga sobre este tema, más bien el factor determinante es "¿qué dice la Escritura?" Veamos lo que dice la Biblia acerca de mi adoración. A medida que meditamos en este tema, quisiera que diéramos un vistazo general de la Biblia y notar la actitud de Dios hacia aquellos que no le estaban adorando aceptablemente.

 

Exodo 20 

       Exodo 20 registra la entrega de los Diez Mandamientos a Moisés. Encuentro muy interesante que en los primeros siete versículos tienen que ver con las acciones y actitudes de los judíos hacia Dios. Dios le dijo al pueblo que no tuvieran otros dioses, que no se inclinaran ante ninguna imagen esculpida, ni las sirvieran, y que no tomaran el nombre de Dios en vano (Ex. 20:3-7). A medida que Dios ponía en vigencia estos Diez Mandamientos, permitió que los israelitas supieran que había solamente una manera en la que podrían agradarlo. Hasta este momento, vemos un Dios que esperaba que su pueblo siguiera sus mandamientos al pie de la letra sin variación. ¿Por qué deberíamos pensar que Dios ha cambiado su mente con respecto a su adoración? Si, la Ley ha cambiado, pero el hecho de que Dios espera que lo obedezcamos al pie de la letra, no ha cambiado.

 

Jeremías 10 

       Al principio de este capítulo, leemos que Dios no quería que los israelitas se volvieran como las naciones en su idolatría. Dios, en los primeros cinco versículos, muestra lo absurdo de las naciones por adorar ídolos, y cómo las naciones se han engañado a sí mismas. Dios dijo, "Porque las costumbres de los pueblos son vanidad ..." (Jer. 10:3). A medida que Dios continua para mostrar la insensatez de estas personas, dice, "Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva. Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder" (Jer. 10:4-5). Jeremías dice algo que necesitamos aprender y aprender bien, "Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos" (Jer. 10:23).

       ¿Por qué estudiar este capítulo? Porque es durante este tiempo que las culturas idólatras fueron conocidas por adorar cualquier dios que escogieran. Habían tantos dioses en teste tiempo, que usted podía escoger adorar cualquier dios que quisiera. Aquellos viviendo en el tiempo de Jeremías ciertamente estaban tratando de "ordenar sus propios pasos".

       Si no importa cómo adore usted a Dios, ¿por qué estaba Dios legislando estos mandamientos fríos, impersonales al pueblo? ¿No estaba Dios queriendo que estas personas hicieran lo que les pareciera que fuera lo mejor? ¿Estaba Dios condenando las prácticas de un grupo de naciones honestas y sinceras? ¿Por qué simplemente no les enseñó cómo "estar bien", y "amarse" los unos a los otros, a pesar de las "insignificantes" diferencias que estos idólatras pudieran haber tenido con los judíos?

 

El Libro de Malaquías 

       Este último libro del Antiguo Testamento está dedicado totalmente al rechazo de la ley de Dios por parte del pueblo. Estas personas rechazaron y rehusaron adorar a Dios como lo mandaba. Esto es evidente en el primer capítulo del libro. Dios acusa a estos judíos de ofrecerle pan inmundo, y de ofrecerle lo ciego y cojo como sacrificio (Mal. 1:7-8). ¿Por qué desperdiciaría Dios su tiempo sobre este tema si no importa cómo las personas lo adoren?

       Dios continua suplicándole al pueblo que regresen, y dijo en Malaquías 3:10-12, "Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos". Obviamente el Señor quería que ellos regresaran y recibieran esa gran bendición. No obstante, si no importaba cómo lo adoraran, ¿por qué estaba Dios suplicándoles que se arrepintieran en Malaquías 3:7?

       De estas tres referencias del Antiguo Testamento, podemos ver que Dios espera que su pueblo lo adore en cierta forma. Cuando rehusaron, se encontraron con la fuerza mortal. Usted puede dudar de mi palabra, pero pregúntele a Nadab y Abiú acerca de adorar a Dios. Pregúnteles acerca de lo que Dios piensa de las personas obrando en el silencio de la palabra de Dios (Lev. 10:1-2).

 

Juan 4 

       Mirando al Nuevo Testamento, leemos que Jesús tuvo encuentros con aquellos que estaban adorando a Dios en vano. Juan capítulo 4 es sino un ejemplo. Este capítulo registra a Jesús — encontrándose con la mujer samaritana en el pozo de Jacob. La mujer samaritana pensó que no importa cómo o donde adorar. Usted puede ver esto cuando ella le dijo a Jesús, "Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar" (Jn. 4:20). Ella da la impresión de que no importaba cómo adore uno. "Ustedes adoran en Jerusalén, y nosotros aquí, ¿cuál es la diferencia?"

       Jesús le dice que si importa, y en efecto, pronto habría un cambio. Los verdaderos adoradores no tendrían que continuar yendo a Jerusalén para adorar a Dios. Jesús dijo, "Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren" (Jn. 4:22-24).

       No es sorprendente que las excusas que escuchamos día a día con respecto a la adoración estaba presentes durante el tiempo de Jesús. "Usted adore donde quiera, y yo adoraré donde yo quiero", sería la respuesta de la samaritana hoy día. ¿Por qué Jesús pasó tanto tiempo con esta samaritana si ella estaba adorando en una forma aceptable? Ciertamente, Jesús no pensó que ella estaba haciendo lo malo, ¿o si?

       Escuchamos mucho acerca de cómo necesitamos (los predicadores) ser como Cristo, y no concentrarnos en las diferencias insignificantes e intranscendentes, sino "predicar sobre el amor" como Jesús lo hizo. Aquellos que creen que ponerse de pie por la verdad se hace sin confrontación, y sin herir sentimientos a veces, no conocen a mi Señor.

 

"En Espíritu y En Verdad" 

       ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo, "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren" (Jn. 4:24)? Estas palabras tienen un significado crítico, y deben ser entendidas si queremos agradar a Dios con nuestra adoración. La palabra "en" significa "en conexión con". No significa "dentro de". Jesús estaba diciendo literalmente que debemos adorar a Dios en conexión con el espíritu, y en conexión con la verdad.

       ¿Qué es el "espíritu"? Es aquellas cosas relacionadas con el campo espiritual. Jesús muestra que los verdaderos adoradores necesitan estar enfocados en los asuntos espirituales, no en los físicos. Pablo nos dice, "porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo" (Rom. 14:17). Es por eso que no tenemos actividades sociales, bingos, etc. La iglesia en su adoración no provee para las necesidades físicas, sino las espirituales.

       Tenemos otra responsabilidad. Esa es la de adorar "en conexión con la verdad". ¿Qué es la "verdad"? Dejemos que Jesús conteste, "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad" (Jn. 17:17). Para que nuestra adoración sea aceptable a Dios, debemos adorar con nuestro enfoque en las cosas espirituales, y adorar en conexión con lo que la Biblia dice. Pedro dijo, "Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén" (1 Ped. 4:11). La única verdad que conocemos es la que ha sido revelada en la Santa Palabra de Dios. Nuestra adoración debe venir de lo que ha sido revelado. Cualquiera que trate de adorar a Dios basado en lo que no ha sido dicho, o cualquiera que trate de enseñar a otros a adorar a Dios en esa forma, se condena a sí mismo a una eternidad en el infierno. Desviarse del plan de Dios de adoración es poner en peligro su alma, y a las almas que lo sigan.

 

1 Corintios 11:20-30 

       Pablo es registrado aquí como reprendiendo a los corintios por no participar de la Cena del Señor como debían. Pablo declara eso en el v.23, las cosas que está diciendo son del Señor. Apela a la autoridad correcta. Procede luego a corregir a estos hermanos por su infidelidad en tomar la Cena del Señor. Pablo dice aquí a estos hombres y mujeres que si no participaban de una manera digna, eran culpables del cuerpo y la sangre de Cristo y estaban comiendo y bebiendo condenación para sí mismos (1 Cor. 11:27,29). ¿Suena esto cómo si no importara cómo adoremos? ¿Suena esto como si nuestra participación de la Cena del Señor no afecta nuestra salvación eterna? Pablo termina esto diciendo a los corintios que algunos de ellos estaban débiles como resultado de su infidelidad, mientras que otros estaban dormidos (muertos espiritualmente mientras vivían, 1 Cor. 11:30).

 

Conclusión 

       Si, la adoración que ofrezcamos debe agradar a Dios, de otra manera vamos a perder nuestro hogar en el Cielo. Cuan triste saber que usted podría tener un hogar en el Cielo si solamente hubiera adorado a Dios como él lo mandó. Hermanos, ¿podemos ver la importancia de enseñar a otros esta misma verdad? ¿Podemos ver que hay un mundo perdido y moribundo que necesita saber que la "honestidad" y la "sinceridad" no salvarán una sola alma del fuego ardiente del infierno? Si, amigos, nuestra adoración hace diferencia, y afectará nuestra misma alma. Por favor, lleve estas cosas en mente a medida que se esfuerza por vivir para Dios de día en día.

 

Por Jarrod Jacobs

(Traducido por Jaime Restrepo)

 

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