La palabra Cristianos es usada únicamente tres veces en el Griego del Nuevo Testamento (comp. Hch. 11:26; 1 Ped. 4:16). Significa, "un Cristiano, un seguidor de Cristo" (Thayer's Lexicon, p. 672).

       Algunos hermanos han tenido dificultad en determinar quienes son Cristianos y dónde están ellos. Creo que la reciente discusión acerca de este asunto prueba un hecho, que ha sido a mi juicio, basado en la observación por algún tiempo, a saber, hay algunos "entre nosotros" que son de la opinión que hay personas salvas en todas las iglesias. Consecuentemente, son forzados por la implicación de sus propias declaraciones de afirmación a apoyar el punto de vista largamente sostenido por los denominacionalistas, que la nacida del cielo, revelada por el Espíritu, comprada con la sangre, y celestialmente designada la iglesia del Dios viviente es exactamente una denominación entre las varias denominaciones; en consecuencia, la membresía dentro de ella no es esencial ¡para agradar a Dios y ser salvos! Creo que la implicación de sus declaraciones es herética, cismática, y sectaria. Intento mostrar el por qué de esto en este corto artículo.

       ¡No hay personas salvas en todas las iglesias porque todas las iglesias no agradan a Dios! El denominacionalismo es un estado de división y caos religioso tal que la Biblia lo condena en términos explícitos (Gál. 5:20). No hay forma de que uno pueda ser salvo (eso es, un Cristiano) y existir en un estado tal. Pero, el denominacionalismo es como tal un estado que la Biblia condena. Por lo tanto, uno no puede ser salvo (eso es, un Cristiano) y estar en el denominacionalismo. Recuerde, un Cristiano es "un seguidor de Cristo." Uno no puede ser un Cristiano e ir a donde Cristo no lo lleva con Su palabra (Juan 12:48).

       En segundo lugar, no hay personas salvas en todas las iglesias ¡porque Cristo no murió por todas las iglesias! Acorde a la Biblia, Jesús "con la sangre preciosa, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" compró una y únicamente una iglesia (1 Ped. 1:18-19; Hch. 20:28; Efe. 5:25-26, 29). El denominacionalismo no es parte de la iglesia que Cristo compró con "su propia sangre," y es, por lo tanto, no un sistema por el que Cristo murió.

       Por consiguiente, no hay personas salvas en todas las iglesias ¡porque uno debe estar en y permanecer en Cristo para ser salvo! Las personas que están en las denominaciones no están en Cristo; consecuentemente, ellos no son salvos. Si ellos no son salvos, no son Cristianos. La salvación y todas las otras "bendiciones espirituales en los lugares celestiales están en Cristo" (Efe. 1:3). Fuera de Cristo no hay bendiciones espirituales; no hay salvación. Aquellos en las denominaciones están fuera de Cristo y, por lo tanto, ¡sin las bendiciones espirituales y sin la salvación!

       No hay personas salvas en todas las iglesias porque ¡las personas en todas las iglesias no han sido redimidas con la sangre preciosa de Cristo! La redención está "en Cristo por su sangre" (Efe. 1:7). Aquellos en las denominaciones no están en Cristo; en consecuencia, no están redimidos por Su sangre. Y, si ellos en su estado presente, no han sido redimidos por Su sangre, ¡no son salvos! Y, si no son salvos—redimidos—¡no son Cristianos! Uno no puede ser Cristiano, y no ser salvo—¡no redimido! Decir y creerlo de otra manera sería una contradicción de términos.

       No hay personas salvas en todas las iglesias porque ¡las personas en todas las iglesias no han rendido completa obediencia al evangelio de Cristo. Este es el evangelio que es "el poder de Dios para salvación" (Rom. 1:16), y uno debe obedecer el evangelio o "sufrir pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder" (2 Tesal. 1:7-9). La obediencia al evangelio incluye fe, arrepentimiento, confesión, bautismo y crecer en el justo vivir (comp. Rom. 10:17; Hch. 15:7; Rom. 10:10; Marc. 16:16; Hch. 2:38; 2 Ped. 1:5-12; Filip. 1:27). Aquellos en las denominaciones no han hecho estas cosas; en consecuencia no son salvos.

       No hay personas salvas en todas las iglesias porque ¡las personas en todas las iglesias no adoran acorde al modelo divino! El pueblo de Dios "parte el pan el primer día de la semana" (Hch. 20:7), ofrenda según haya "prosperado" ( 1 Cor. 16:1-2), "oran a Dios por medio de Cristo" (Hch. 2:42; Col. 3:17), se enseñan unos a otros con salmos, himnos, y cánticos espirituales (Col. 3:16), y "perseveran en la doctrina de los apóstoles" (eso es, lo que los apóstoles enseñaron, Hechos 2:42). Uno debe adorar acorde al modelo para ser salvo. Aquellos en las denominaciones no adoran acorde al modelo; en consecuencia, no son salvos (comp. Heb. 8:5; 2 Tim. 1:13; 2 Juan 9-11).

       No hay personas salvas en todas las iglesias porque ¡las personas en todas las iglesias no llevan el nombre de Cristiano, por medio del cual uno glorifica a Cristo en particular! Sus nombres religiosos son divisivos y dan gloria a algunos hombres o doctrinas peculiares o alguna denominación en particular. Por eso es que, a menudo uno oye de "Cristianos bautistas," "Cristianos metodistas," etc. Tal terminología nunca se encuentra en las páginas de la Santa palabra de Dios. Uno no puede ser Metodista y Cristiano al mismo tiempo, ni puede ser Bautista y Cristiano al mismo tiempo. En otras palabras lo que a uno lo hace Cristiano no lo hace Bautista o Metodista. Los hombres son hechos Cristianos por "semilla que es la palabra de Dios" (Luc. 8:11). Una semilla no producirá dos clases diferentes de fruto. La inalterable ley de Dios sobre la reproducción es, "semilla según su género" (Gén. 1:11-12).

       ¿Lo precedente que tiene que ver con nuestro título "Cristianos únicamente y únicamente Cristianos? Es esto: Cuando los hombres hacen lo que ha sido enumerado de los textos sagrados, ellos serán Cristianos únicamente; nada más y nada menos. Y, si sucede que los mismos hombres son los únicos sobre la tierra que "obedecen de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fueron entregados" (Romanos 6:17:18), ellos serán los únicos Cristianos. Los miembros de la iglesia de Cristo son los únicos que lo han hecho de esta manera, porque cuando uno obedece al evangelio, el Señor lo añade a la iglesia (Hch. 2:41, 47). Y, no es ruin y sectario insistir en lo que la Biblia autoriza; es correcto hacerlo así (Mat. 7:13-14; Luc. 13:24).